Ven a disfrutar de nuestra cocina Restaurantes

La ciencia de los sabores: retos y oportunidades

Innovación

El pasado 16 de octubre tuvo lugar en la Universidad de Alicante la VI. edición de la Jornada Carmencita, organizada por la cátedra bajo ese mismo nombre y centrada en la investigación, la divulgación y la formación en el ámbito de la gastronomía. La edición de este año tuvo por título “La ciencia de los sabores: retos y oportunidades”.

BCC Innovation formó parte de este evento con la intervención de Elena Romeo, investigadora y primera doctora en Ciencias Gastronómicas a nivel internacional, quien dio a conocer el trabajo desarrollado en nuestro centro tecnológico, poniendo especial énfasis en los proyectos y metodologías utilizadas en el área de análisis sensorial, equipo del que ella forma parte.

Bajo el título de "La interacción persona-contexto-producto en la percepción y aceptación de productos dulces", Romeo expuso como caso práctico algunas de las investigaciones que desarrolló en su tesis doctoral; tesis que tuvo como objetivo investigar sobre la percepción del azúcar, así como sobre el diseño de las estrategias multimodales para reducir su consumo.

La jornada contó con la participación de Toni Massanés, director general de la Fundación Alicia; Juli Peretó, catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Valencia; y con Carles Tarrasó, gastrónomo y artista y antiguo alumno del grado de Basque Culinary Center.

Sensory Hackathon

Innovación

📢 SAVE THE DATE! Sensory Hackathon organized by BCC Innovation

Join us for the Sensory Science Hackathon in Donostia-San Sebastián on Nov 25-26, 2023, organized by BCC Innovation under the frame of the European project Seasoned!

Theme: Flavors of the World 🌍

Open to MSc students, PhD candidates, and young researchers (up to 7 years post-PhD in food science).

📅 November 25th-26th 2023

🕒 2 days of innovation at LABe-Digital Gastronomy Lab in Donostia-San Sebastián

Apply by Nov 3, 2023 👉 http://www.seasonedproject.eu/summer-school.html

Shape the future of food and explore the world of sensory science!

#SensoryScienceHackathon2023 #SeasonedProject

Participamos en el primer Congreso Gastronómico de la Real Academia de España en Roma

Innovación

Bajo el título de Nutrire l’incontro, la semana pasada tuvo lugar el Primer Congreso Gastronómico de la Real Academia Española en Roma. Durante los tres días que duró el evento, las personas asistentes tuvieron la oportunidad de reflexionar en torno al papel de la gastronomía como un arte plurisensorial al tiempo que como herramienta potencial para fomentar el progreso hacia modos de vida más saludables y sostenibles.

Desde BCC Innovation estuvimos presentes en este evento, concebido como un foro de intercambios gastronómicos entre España e Italia a través de la estética y en contacto con la biodiversidad.

Así, John Regefalk, chef investigador del área culinaria, formó parte de una mesa redonda titulada Biodiversidad y percepción sensorial: un diálogo entre gastronomía, cultura y convivialidad junto con otros profesionales del mundo de la gastronomía, la cultura y el arte.

Regefalk impartió además un showcooking, teniendo al vegetal como protagonista, y donde combinó técnicas culinarias ancestrales con técnicas contemporáneas. El chef de BCC Innovation elaboró platos tan diversos como un tartar de zanahoria con mayonesa picante, una coliflor con pino y raifort o un cacio e pepe de tallos de calabacín.

https://youtu.be/eQpN3GMyU4w

Offering support, listening, and helping producers to evolve and thrive

Innovación

Food is diversity, empowerment of small-scale farmers,the importance of connecting professionals and collaborating together and the truth as the fundamental basis for building trust are some of the topics discussed on the round table “Empowering producers to grow: challenges and opportunities” with Celia Tunc, Secretary General at Collège Culinaire de FrancePaolo Di Croce, Director General at Slow FoodBranislav Mizenko, Head of Social Programmes at TUI Care Foundation, and Aitor Arregi, chef and owner of Elkano Restaurant. The round table has been moderated by Cinta Lomba, sustainability researcher at BCC Innovation.

You can follow tomorrow’s session online 👉 https://lnkd.in/dYy3kSif

Organised by World Tourism Organization (UNWTO) and Basque Culinary Center, with the support of the Ministerio de Industria, Comercio y TurismoEusko Jaurlaritza - Gobierno VascoGipuzkoako Foru Aldundia - Diputación Foral de Gipuzkoa, Donostia-San Sebastián City Hall and Donostia Sustapena - Fomento San Sebastián.

Gastronomía Saludable: de la tierra a tu plato

Innovación

María Arrizabalaga, investigadora en el área de salud de BCC Innovation, habla sobre gastronomía saludable en el stand de AgroBank durante Fruit Attraction. Desde una visión multidisciplinar y tomando la gastronomía saludable como base, Arrizabalaga ha dado respuestas a preguntas como ¿cuál es el impacto de los alimentos de origen vegetal en la salud o cómo empoderar a las personas para que se alimenten de manera adecuada?

Participamos en Auténtica Premium Food Fest

Innovación

Javier Campion, investigador del área de salud de BCC Innovation, participó esta semana en Auténtica Premium Food Fest. Bajo el título "La transición alimentaria: la alimentación como la Medicina del futuro", Campion junto a Ricardo Fernández Casal, Director Calidad, Seguridad Alimentaria y Desarrollo Sostenible de Carrefour y Martina Miserachs, CEO Healthia Certification, trataron temas como la nutrición desorganizada y sus consecuencias, la alimentación y sus posibilidades y el impacto que tiene en nosotros. La mesa ha sido moderada por Fernando Martínez López, Director General Eypasa / Revista Alimentaria.

La seducción de Juliette Binoche, una cocina a fuego lento

Sin categoría actualidad Culinary Zinema

28-9-2023

La sección Culinary Zinema del Festival de Cine de San Sebastián se viste de gala en 2023 para recibir en su última sesión a una de las películas más esperadas del año, La passion de Dodin Bouffant (cuyo título en España será A fuego lento), dirigida por el franco-vietnamita Tran Anh Hung, quien obtuvo por este trabajo el premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Cannes, y protagonizada en sus principales papeles por Juliette Binoche y Benoît Magimel.

Adaptación libre de la novela La vie et la passion de Dodin Bouffant, gourmet, de Marcel Rouf, publicada en 1924, el film se sitúa a finales del siglo XIX  para contar la historia de la cocinera Eugénie (Binoche), que ha trabajado para el famoso gourmet Dodin (Magimel) durante 20 años en los que la práctica de la cocina ha ido transformando la relación entre ambos en algo que va más allá de la creación de platos únicos. Sin embargo, Eugénie, celosa de su independencia y su libertad, nunca ha querido casarse con Dodin, quien decide hacer algo que nunca ha hecho antes: cocinar para ella. La comida es su último recurso, su forma de expresar algo que las palabras no alcanzan a decir.

La propia premisa de una película que plantea paralelismos entre el arte de cocinar y el de amar podría servir como descripción del estilo de Tran Anh Hung, cineasta que en títulos como El olor de la papaya verde (Mùi du du xanh, 1993) o Pleno verano (Á la verticale de l’été, 2000) ha huido de las narraciones convencionales, practicando un cine que apuesta por lo sensorial por encima de la palabra, por transmitir sensaciones y emociones que trascienden la trama y van más allá de lo que el ojo es capaz de ver en pantalla. El propio director afirmaba en la rueda de prensa posterior al estreno del film en Cannes que más que a ilustrar una historia de un modo más o menos estético a base de “postales” de época, aspiraba a “crear algo así como un animal que se mueve en la jungla, una emoción que proviene exclusivamente del propio arte del cine”.

Y en este caso el catalizador de la emoción es la cocina, considerada como medio de seducción, como muestra de amor hacia la persona para la que se cocina, pero también hacia los propios ingredientes y hacia las destrezas de un oficio cuyos sonidos constituyen la única banda sonora de la película. “Las imágenes aportan la belleza, pero el sonido es el sabor de esas imágenes. Por eso prescindimos de la música. Bastaba con sonido de los utensilios, de los ingredientes, de la naturaleza para hacerlo todo muy expresivo”, apuntaba el director.

Hung abre en su película un espacio de silencio para que reinen en él los sonidos que salen de sartenes y ollas, pero también los de la precisión, los del trabajo concentrado, los del estado de flujo que proporciona la cocina cuando se practica a conciencia, con el fin de hacer sentir al espectador lo que los personajes están experimentando en pantalla, acercarse al máximo al imposible de transmitir sensaciones táctiles y olfativas y contagiar el placer de cocinar en el espectador.

Un silencio que permite “escuchar lo que los ingredientes tienen que decir”, en palabras de Pierre Gagnaire, director gastronómico del film (quien también interpreta un papel en la película), entender los ritmos de cada uno de ellos, comprender lo que requieren. A este respecto Juliette Binoche comentaba en la misma rueda de prensa cómo el director le pedía constantemente que fuese más despacio en sus escenas de cocina, “de lo que surgía una relación muy especial con los ingredientes. Debíamos ser en todo momento conscientes de lo que estábamos haciendo, de tal modo que el espíritu penetrase en la materia para que después esa materia se elevase al espíritu”. Abundando en el tema de transmitir sensaciones, pero de un modo más “terrenal”, Tran Ahn Hung mencionaba lo bien que masticaba una de sus actrices en pantalla “porque masticar correctamente era importante para que el espectador también quisiera probar eso”.

A fuego lento es, en definitiva, una película de amor que se manifiesta a través de platos más que de palabras, el que se resiste a concretarse entre los dos personajes principales y también el que ambos experimentan por la cocina. Y es asimismo, tal como apuntaba Juliette Binoche, un “film más feminista de lo que parece” y una “emocionante carta de amor de Tran Anh Hung a Francia, a los aspectos más refinados de la cultura francesa, y un himno a la belleza, a la vida y al amor. La naturaleza es muy generosa y lo que hacemos es trabajar con ella. Podemos elegir protegerla para crear aún más belleza, y cocinar es una forma de creación. Nos transforma y nos da la energía para vivir”.

Gastronomía como motor de cambio positivo

Innovación

“La innovación en el ámbito culinario no solo transforma la forma en que producimos y consumimos alimentos, sino que también moldea un futuro más sostenible, saludable y delicioso para todos” recalcaba Nahuel Pazos, chef investigador en BCC Innovation, durante el II. Foro de Tendencias Gastronómicas Gentleman Gourmet.

La gastronomía es un motor de cambio positivo, y desde esa visión, Nahuel Pazos, desgranó la actividad y valores detrás del centro tecnológico y algunos de los proyectos en los que han participado. Explicó también a los y las asistentes el papel crucial de la innovación en la industria alimentaria.

El encuentro celebrado el 25 de septiembre en la Ciudad de México reunió a protagonistas de la industria gastronómica internacional quienes compartieron nuevas ideas y replantearon aquellos conceptos que rodean al sector.

¡Muchas gracias por la invitación!

She chef: historias de una stagier

Sin categoría actualidad Culinary Zinema

25-9-2023

Los grandes chefs en segundo plano, casi fuera de foco. La aprendiz en el centro, apropiándose del punto de vista. Por una vez, la mirada va de abajo arriba y no al revés, se proyecta desde el punto de partida hacia muchas posibles llegadas, todas ellas inciertas. Melanie Liebheit y Gereon Wetzel, directores del documental She Chef, que se presenta en la sección Culinary Zinema del Festival de San Sebastián, afirman de su película que se trata de un trabajo que quiere ir más allá del “hype” de los grandes nombres del panorama internacional para sumergirse en su lugar en el interior de los restaurantes y buscar en sus recovecos otro tipo de historia menos conocida para el gran público: la de los stagiers que hacen posible que los establecimientos de fine dining puedan mantener abiertas sus puertas.

La elegida en este caso es Agnes Karrasch, una joven cocinera austríaca que, tras convertirse en la primera y única mujer en ganar la Copa del Mundo Culinaria junto al equipo de su país, totalmente compuesto por hombres a excepción de ella misma, se embarca en un periplo por distintos restaurantes europeos de primer nivel para continuar con su formación y tratar de decidir por el camino qué es lo que quiere hacer con su futuro, tanto profesional como personal.

El documental tiene la voluntad de dejar que la vida pase ante la cámara sin intervenir demasiado, lo que se convierte en su principal virtud, aunque también lo lleva a no apuntar directamente a ciertos temas que podrían haberse puesto sobre la mesa. De este modo, acompañamos a Agnes en su ruta desde Austria hasta Alemania, donde trabajará en el restaurante Vendôme, de ahí a Disfrutar, en Barcelona, y posteriormente a Koks, en las Islas Feroe. Asistimos, casi en condición de voyeurs, a las rutinas de la aprendiz, a sus charlas en la cocina con los compañeros mientras pican, cortan, preparan fondos, limpian pescados o despedazan reses, mientras aprenden a “bailar” en cocinas angostas y se ajustan a las coreografías más adecuadas a cada espacio en el momento del pase, mientras escuchan los consejos, los halagos o las reprimendas de los chefs. Vemos a Agnes deambular de un país a otro, de una cocina a otra, adaptarse a los nuevos estilos de cocina, los nuevos productos, las diferentes culturas, para luego dejarlos atrás, tratando de acumular el conocimiento y el currículum suficiente como para, en el futuro, ser capaz de abrir su propio negocio.

Pero, a pesar de lo que su título pueda sugerir, en She Chef no hay demasiado espacio para la reivindicación explícita de las dificultades que las mujeres encuentran en el mundo de la alta gastronomía. Tan solo en un momento, durante una charla después del pase con sus colegas, Agnes se permite decir que si sueña con tener su propio restaurante es porque no es posible ser madre y empleada al mismo tiempo: convertirse en empresaria, en dueña de su propio negocio, es para ella la única manera de poder compaginar maternidad y pasión por el oficio: “Nunca dejaré la cocina, tendrán que sacarme”, llega a declarar. Y el discurso sobre la ausencia de mujeres en la cocina y de sus dificultades para progresar en el oficio, en lugar de pronunciarse, se muestra: en la mayor parte de la película Agnes trabaja sobre un trasfondo de siluetas casi en su totalidad masculinas.

Sí hay algún comentario más afilado sobre los horarios que todavía exigen muchos restaurantes de fine dining a sus aprendices: “En un restaurante normal trabajas ocho horas, pero te frustra el nivel culinario. Y en la alta cocina te realizas, pero no tienes vida”. El sueño compartido de los jóvenes cocineros que desfilan por la pantalla es levantar un proyecto en el que los horarios sean normales y los trabajadores puedan disfrutar tanto del trabajo como de su vida personal, que abra solo por la noche, que no preste atención a intolerancias y demás motivos de modificación (e irritación)… y que mantenga los niveles de creatividad y de adrenalina en el servicio al que todos parecen ser adictos.

En cualquier caso, She Chef opta por no profundizar en las cuestiones más peliagudas del mundo stagier y elige poner el peso en lo personal: en la sensación de incertidumbre y provisionalidad de una vida que, al menos durante esta exigente etapa de formación, consiste en estar siempre haciendo y deshaciendo maletas y mochilas (tiritas y gasas siempre incluidas, por si los gajes del oficio,), en establecer nuevas amistades para después dejarlas atrás, quizá para siempre, e ir en busca de otras caras, otras relaciones, en aprender idiomas ajenos que nunca se terminan de entender del todo… en tratar de paliar la frustración que todo esto provoca. En dudar de las propias capacidades y tener miedo a no estar a la altura, en disfrutar después de la satisfacción de que alguien te diga que sí, que vales para esto. También en dejar que los hallazgos del camino (y también los accidentes: una pandemia, pongamos por ejemplo) vayan transformando los sueños con los que comenzó el viaje, incluso sustituyéndolos por otros más sólidos. En sopesar, finalmente, las opciones y tratar de no equivocarse ni decepcionar a nadie al elegir una de ellas, que quizá cierre la puerta para siempre a todas las demás. En cocinar, digamos, en vivir.

Pachacútec: la cocina como salida a una vida mejor

Sin categoría Entrevistas actualidad Culinary Zinema

24-9-2023

Desde hace más de 15 años la Escuela de Cocina Pachacútec se ha dedicado en Perú a cambiar la vida de más de 400 personas en condiciones de precariedad, sembrando en ellos vocación y pasión por la gastronomía, formándoles en un oficio que les ayuda a salir de la pobreza, al conseguir empleo o poner en marcha algún negocio ligado a la restauración (en ocasiones incluso en ciudades del extranjero).  La historia detrás de la hazaña inspira por doquier (visitarla in situ, de hecho, es salir boquiabierto). No solo a través de continuos y entrañables testimonios de superación sino del propio rastro que vienen dejando a su paso jóvenes como los que consiguen, en medio de un desierto a las afueras de Lima, hacerse con las herramientas para integrarse socialmente, en especial a través de trabajos en restaurantes repartidos por el mundo a los que llegan cargados con ilusión, conocimiento y ganas. Gracias a una importante red de empeños tercos y concatenados y de un indispensable sistema de subvenciones y asociaciones, la escuela ha logrado que chicos que de otra manera difícilmente pudieran acceder al sistema educativo entren en distintos programas a un precio prácticamente simbólico y encuentren así el camino hacia una vida digna.

Con la intención de compartir el alcance y la contundencia de esta escuela levantada contra todo pronóstico en medio de la nada, una película dedicada a los protagonistas de esta historia forma parte de Culinary Zinema 2023.

Uno de los principales valedores de Pachacutec desde sus inicios, el chef Gastón Acurio (miembro fundador del Consejo Internacional de BCC), quería contar la historia del proyecto convencido de su relevancia y del valor de su mensaje. Para ello se puso en contacto con el director de documentales, también peruano, Mariano Carranza, tras ver  un capítulo que dirigió para la serie Street Food USA de Netflix, dedicado a Miami.  “Me escribió a través de Instagram -recuerda Carranza- y no me lo podía creer. Pensaba que era un bulo, pero no, era de verdad Gastón Acurio, diciéndome que le había gustado muchísimo el documental y que si me interesaría contar la historia de Pachacútec. Por supuesto dije que sí”.

Fue así como se puso en marcha el documental Pachacútec, La escuela improbable, que participa en el Festival de San Sebastián en 2023. Desde el principio, la idea fue abordar el relato de la escuela a partir de la mirada de ex alumnos que hubiesen podido superar sus condiciones de vida anteriores. Después de varios meses de investigación, y a partir de algunos nombres propuestos por el propio Acurio, uno de los productores del film, Carranza se quedó finalmente con tres personas: Gerson Atalaya, Jhosmery Cáceres y Alan Larrea. “Fue muy difícil elegir, porque había un montón de historias que me habría gustado contar.  Pero finalmente lo que me convenció fue su personalidad: los tres son personas geniales, muy optimistas, con mucho carácter y mucha empatía y todos tenían una historia que me parecía muy inspiradora”.

Otro de los factores que influyeron en su elección fue la diversidad, tanto geográfica como en cuanto a las aspiraciones profesionales de cada uno. “Alan decidió quedarse en Perú y abrir su propio emprendimiento cevichero -comenta Carranza, Jhosmery se fue a Estados Unidos, como jefa de pastelería en un restaurante del grupo Acurio, y Gerson, que aspiraba a ser chef de alta cocina, ha conseguido abrirse camino en Luxemburgo, un lugar bastante inhóspito e inesperado dentro de la gastronomía, donde no hay tantos ingredientes ni tanta cultura de comida de este tipo. Las personalidades también resultaban complementarias: el chico que quiere ser chef de alta cocina, la chica que quiere ser pastelera y además utiliza la pastelería como un arma de control, porque no tuvo control en su vida y este oficio se lo da, y el chico que quiere tener su propia cevichería peruana con algunos toques de autor”.


Mariano Carranza

Más allá del boom de la cocina peruana

Mariano Carranza, que cuenta con una amplia experiencia como director de documentales para empresas como Vice o CNN y ha viajado por todo el mundo buscando personajes “interesantes, curiosos o inspiradores”, comenzó a gravitar hacia el mundo de la cocina en los últimos años: “Me gusta utilizar la comida como una excusa de entrada, porque es algo que siempre atrae a la gente, y luego contar una historia que tiene un peso social detrás”. En el caso de Pachacútec, se dio cuenta de que allí había algo interesante que narrar ya desde el primer día que visitó el centro, que es en sí mismo una especie de oasis, casi una metáfora de la función que lleva a cabo: “Está muy al norte de Lima. El trayecto dura unas dos horas y pasas por barrios en desarrollo, con muchos caminos de tierra y mucho nivel de pobreza, hasta que de pronto te encuentras, en mitad de la nada, con una escuela muy bien hecha, con instalaciones muy bonitas y con un montón de jóvenes con ilusión en los ojos. Todas las personas a las que hemos entrevistado en el documental (Joan Roca, Albert Adrià, Ignacio Medina…) coinciden en que no te esperas que algo así vaya a aparecer en medio del desierto”.

El director peruano quería desde el primer momento hacer hincapié en la cocina como herramienta transformadora e ir más allá de lo que ha supuesto el boom de la cocina peruana en los últimos años. “Ha habido mucho bombo y mucho platillo en torno a los éxitos que la gastronomía de mi país ha tenido y que merece y hoy es posible encontrar ceviches en las cartas de muchos lugares del mundo, pero sentía que faltaba esa nota de que la cocina no es solamente eso, sino también un arma social muy poderosa. En los últimos 20 años la gastronomía se ha puesto de moda y la idea de convertirse en cocinero atrae a gente de distintos estratos sociales en Perú, pero lamentablemente la educación culinaria es carísima y mucha gente no puede pagarla. Pachacútec, si bien no es gratis, cuesta solo una cantidad simbólica de dinero, alrededor de  150 soles (unos 38 euros), que para personas que vienen de economías muy precarias también es un montón de dinero, pero otras escuelas en Lima cuestan 1.500 o 2.000 al mes”.

Carranza se confiesa satisfecho por haber llevado a cabo una película “capaz de conmover, en la que da gusto ver la curva de transformación de estas tres personas, que se han convertido en mis amigos” y también afortunado por poder acudir al Festival de San Sebastián acompañado de sus protagonistas. “Les hace mucha ilusión. Alan me decía el otro día que le habían escrito para invitarle a la ciudad y a cocinar la cena en BCC y que estaba en estado de shock. Para mí esto es emocionante. Y también es bonito que el proyecto se ha levantado con muchas manos peruanas y que podamos dar a conocer un ángulo distinto de la cocina de mi país en una ciudad como San Sebastián, con tanta tradición de cine y de gastronomía, que son las dos cosas que más me gustan”.